lunes, 10 de julio de 2017

La teoría del eco genital (Mujeres sensibles abstenerse) por el Chiringui


Todos los animales tienen instintos, lo que viene a ser programas en su cerebro para asegurar su supervivencia y la de su especie.

Los mamíferos tienen uno la mar de curioso: Las curvas despiertan su instinto de procrear.

Cuando un mamífero huele a hembra y ve unas curvas, su instinto es el de meter, lo que viene a ser bombear con el palo del amor para perpetuar su estirpe. Es por eso por lo que se instauró en el pasado dejar pasar a las mujeres primero, abrirles la puerta y empujarles la silla. Burdas excusas disfrazadas de educación para mirarle el culo a las mujeres, seamos sinceros.

Desde tiempos remotos, la postura estándar para la que hemos sido diseñados, ha sido el perrito o en ingles nivel porno doggy style. Hasta aquí todo bien, perros, cabras, ciervos, caballos y ñus respetan las tradiciones. Pero he aquí que llegan los humanos para joderlo todo. No se le ocurre nada mejor a los monos venidos a más que caminar erguidos, por lo que el tema ergonómico del ritual previo al apareamiento se jode. El humano mira a la altura de la cabeza y solo ve la cabeza de las hembras. Nada de curvas ni almejas, solo bigotes sin depilar, entrecejos y eso.

Llegado este punto, la evolución hace una cosa la mar de curiosa con nuestras queridas mujeres. Aunque no sean lactantes, les infla los pechos creando un culo virtual en todo el pecho, justo un pelín más debajo de nuestro punto de mira. De esta manera la evolución pone curvas en nuestro campo visual. Cuando el macho mira a los ojos de la mujer, hace la caída de ojos Pellicer y mira los cocos discretamente (aunque las mujeres lo detectan al vuelo y hacen alarde de sus bufas estirándose o untando los brazos. Lo que vienen a ser armas de mujer) cosa que inevitablemente despierta la pasión y en casos extremos el muñeco.
De esto hablamos...

Aunque suene burdo, la evolución ha puesto una simulación de culo por encima del esternón y las mujeres lo enseñan, lo que viene a ser un escote. Con el tiempo el escote se ha trasladado al culo en lo que viene a ser un whale tail o tangazo. Fijaos en los paralelismos curiosos de huevos. Y no vamos a entrar en labios carnosos.

Estas son el tipo de cosas que me queman en la garganta y tengo que soltarlas.

Un día en el comedor de la empresa, vi que existía un duelo de escotes. Las mujeres son altamente competitivas en todo y los escotes no van a ser menos. Aunque no era el momento apropiado, la toxica combinación de bocachancla que soy y la confianza que tengo con ellas, (hace muchos años que las conozco) hizo que les explicara esta teoría acabando con una frase que hizo que me crucificaran durante un largo periodo:

-Si os pintáis un puntito de rotulador en el escote, todavía parecerán más un culo los escotes.

A partir de ahí recibí duro. Dejé de escuchar sus hirientes palabras mientras veía a cámara lenta a mis compañeras de trabajo echando espumarajos por la boca, rojas de ira, soltando lindezas como machirulo y demás.

No digo que no tengan razón, pero no pude evitar soltarlo. Ya me conocen, saben de mis defectos y virtudes. No me hablaron durante un largo periodo de tiempo. Un par de horas, hasta que necesitaron algo de mí.

Lo que realmente me rebana los sesos es como serán dentro de dos mil años si el calentamiento global o una merecida epidemia no se nos lleva por delante.

Creo que es evidente que las piernas de las mujeres se alargarán para alinear los genitales con el muñeco o algo por el estilo, serán algo así como un muñeco raro de Tim Burton.


¿Que pensáis vosotros que pasará?

viernes, 7 de julio de 2017

Me peleo con niños de 5 a 14 años

Hace un tiempo comencé con el karate. Desde entonces me he zurrado con niños de 1 metro o con chavales que son máquinas de matar.

Los primeros días me quedé flipando, porque tenían un palo colgado. Y no era un palo cualquiera, no, era un palo que usan para pegarte y pica que te cagas. Conozco a gente que ese palo les ha hecho moratones. Se llama Shinai, y pica demasiado. De hecho tiene partes recubiertas de cintas porque han pegado a tanta gente con él que se ha llegado a romper.

Resultado de imagen de shinai

El palito de los huevos

También nos torturan de otras maneras. Cuando hacemos un juego en el que hay que competir, quienes pierdan se llevan puños en la barriga por el otro equipo... También, cuando estamos en posición de flexión nos dan patadas en la barriga, lo hacen para que en caso de que tengas el culo demasiado arriba lo bajes. Yo tengo la suerte de que no me han dado patadas en la barriga todavía, pero he visto como le daban a mis compañeros y sí que dan fuerte. Una de las cosas que me gusta es que cuando están pillando tus compañeros sabes que podrías pillar tú, y eso ES ADRENALINA PURA.


Luego está cuando nos toca pelear. Es como una ruleta rusa, te puede tocar una auténtica máquina de matar o un niño pequeño. Estas situaciones son difíciles de afrontar porque claro, cuando te toca un niño piensas "Pero como voy a pegarle si es un niño!", cuando te toca una chica piensas "Pero si es una chica!", pero cuando te toca una máquina de matar o un cinturón negro piensas "Me cago en mi vida". 


Os voy a hablar de que pensé más o menos la primera vez que me tocó con cada uno de ellos. Con el niño pensé que era algún tipo de broma que le hacían a los nuevos, luego el niño me pegó pero no me hizo daño, fui como un saco de boxeo.

Con la chica más o menos lo mismo, porque claro no puedes pegar al pecho, así que me limité a dar patadas, y como cuando empecé daba las patadas como un borracho parecía una versión de Bruce Lee de serie B.

Con el cinturón negro ya me cagué e intenté hacerme como que estaba KO al primer golpe.

Ahora ya lógicamente no es lo mismo, pero en mis principios sí que era chocante que te pusieran con esta gente.

Peperama

domingo, 2 de julio de 2017

Odio a tu perro

Lo siento, pero debo decirte una cosa: Odio a tu perro. Me da igual quien seas, es posible que nunca te haya visto ni tampoco haya visto a tu perro, pero que sepas que odio a tu perro.
No me malinterpretes, nunca haría daño a un animal, ni siquiera a tu perro, al que odio profundamente, pero detesto ver perros cerca de mí.
Se bastante de perros, más que la mayoría de la gente. Soy de las personas a las que los perros no ladran y hacen caso, seguro que lo habéis visto alguna vez. Se que cuando un perro parece que sonríe, está cachondo. Sé que para un perro el montar es un acto que significa someter al montado, para ellos no siempre es sexual. Se que un perro no entiende lo que le dices, solo el tono. Cuando le llamas por el nombre, reconoce el tono y que le miras. No le hables, es mejor hablar con el PC, Cortana si que os entiende.
Se cuando un perro enseña los dientes para morder, suele ser porque tiene miedo. Al que le amenaza o al que le enseñó a morder.
¿Sabéis por qué un perro ataca a un juguete con pito? Porque su instinto animal le hace creer que es una cría que se van a comer, es como identifican el pitido y por eso atacan al juguete. Es su instinto de lobo.
No son listos ni inteligentes, simplemente reaccionan para conseguir dos cosas, tu protección y tu alimento.
Saben que, si hacen lo que quieres no se tienen que preocupar por la protección. Se llevarán algún zapatillazo, pero si te tienen contento, la bolsa de comida (o sea tú), les protegerá.
Saben que, si hacen lo que quieres comerán. Mucho y de todo. Porque las bolsas de comida comen mucho de todo, y al igual que ellos incluso sin hambre.
También saben que nunca permitirán que su perro se escape y que nunca lo abandonarán a no ser que deje de ser gracioso o sea rebelde.
Si te paras a mirar fríamente, vemos que es un animal que no aporta nada a un humano (a no ser que detecte bombas, encuentre trufas, coca o algo por el estilo). Cuando dos especies tienen una relación en las dos aportan algo a la otra, se le llama simbiótica, pero no es el caso. Una relación entre dos especies en la que una aporta y la otra se aprovecha, se llama parasitaria.
Abrid los ojos, vuestros perros son parásitos.
Viven de vuestro déficit emocional, nada más. Los tratáis como si fuera un humano con algún tipo de enfermedad mental.  Decís que son más listos que los humanos.
Por supuesto que si.
Son más listos que los humanos como vosotros, que anteponéis un chucho a un humano.
Lo que le gusta a un humano de un perro, es que siempre le da la razón, que le teme y le respeta. Cosa que no hacen todos los humanos a los dueños de perros. A los dueños de perros les encanta sobre todo la sumisión de sus mascotas.
Pensad fríamente para qué tenéis un perro. Si es porque queréis proteger a alguien, cuidarlo y que os lo agradezca de verdad, adoptad a un niño. Se rebotará a veces, no podréis maltratarlo como a un perro, pero os reportará la auténtica felicidad y posiblemente le salvareis de un triste destino del cual se merece escapar. Y si queréis realmente a los perros, dejad que sean libres.
Creo que, en un futuro, debido a los estímulos, se volverán inteligentes y os pondrán la correa, algo así como en el planeta de los simios. Se organizarán y nos someterán, pero va para largo, de momento son tremendamente tontos o fingen de puta madre.
En resumen, haced lo que queráis, pero recordad que muchos optamos por no tener perro, por lo que no tenemos que soportar a los vuestros. Es tremendamente injusto que no os cobren tasas municipales duras, un 10% de los habitantes de una ciudad son mascotas.
Cuando me pongáis a parir en los comentarios, recordad que soy humano como vosotros y que tengo derechos que están por encima de los de vuestros putos perros.

En este enlace del new york times veréis que piensan en Oxford sobre este tema.



https://www.nytimes.com/es/2016/02/02/de-donde-vienen-los-perros/


La mermelada. Accesorio frecuente de solitarios dueños de perros.

El Chiringui.

miércoles, 14 de junio de 2017

Peperama

Bueno, yo soy el hijo del Chiringui y os voy a hablar un poco de mí.

Tengo 14 años, me gusta el heavy metal y el rock. Yo hablaré de las cosas que me pasan un poco en mi día a día, las cuales no creo que sean aburridas para nada. Mi padre ya me hablaba hace tiempo de que tenía un blog y tal, pero un día comiendo salió el tema y me lo contó todo con detalles, por eso ha decidido retomarlo.

En mi día a día me pasan cosas que son realmente extrañas, o me tengo que adaptar a cosas que sorprenden.

Para explicaros algo a parte de esto, os voy a hablar de mi primer día en el instituto, y como es mi instituto también.
El primer día de la ESO fuimos al patio, no conocía a nadie porque era un Instituto donde no había estado antes, y tenía una característica que es la que caracteriza mis historias del Instituto, y es que, es religioso. En un primer instante no puede no parecer importante, pero creedme que en este instituto hay demasiada religión. Perdón por enrollarme con ese tema, sigo. Nos hicieron ir al patio en filas de clase, entonces vino un cura y nos hizo "cantar" el padre nuestro, yo no sabía nada de nada y hice playback, desde aquel día se hacer playback de manera que parece que hable.

Nos hicieron subir a clase, nos dieron los sitios y todo. El martes nos hicieron subir a la capilla, está situada en el piso más alto de la escuela. Hicieron salir a tres niños y les hicieron sujetar un vaso de agua, el cura les dijo que les iba a poner agua en el vaso, pero luego, después de que los niños se hayan bebido el agua del vaso, el cura giró la jarra en la que estaba el agua, y en ese lado de la jarra ponía "AMOR", y dijo que a los niños no les había dado agua, sino el amor, y para ser específicos el de Jesús.

 Las primeras clases nos puso una peli de Jesús, pero no era una cualquiera, era una donde todo estaba hecho de plastelina, en plan RoboChicken.

Desde aquella primera semana supe que sería divertido.

Y lo sigue siendo, y lo explicaré todo, desde aquella vez que me dibujé con ceniza una cruz invertida en la frente hasta esa vez en la que el cura imitó un exorcismo. Y también hablaré de mis primeras veces en el karate, y mis desgracias del palo.

En breve comenzamos.





lunes, 12 de junio de 2017

7 años

Han pasado 7 años desde la última entrada del blog. Me he comprado una casa, he engordado, he adelgazado, he vuelto a engordar, me he quedado calvo, he viajado, he aprendido cosas, he pasado por la universidad…

En este tiempo he hecho como todo el mundo, tener un móvil cojonudo, yo que solo lo quería para llamar, he compartido tonterías graciosas en facebook, he enviado whatssapps de manos con pulgar en alto, de mierdas con ojos…

He colgado fotos con autotune en Instagram de lo que como, de lo que bebo, de las puestas de sol que veo, de la casa de la playa, de la luna llena desde la terraza...

Empecé a contar likes, a ver las fotos de mis amigos, de comidas coloridas, de ver en Facebook los kilómetros que corrían a lo Kilian Jornet, de sus mascotas (como las odio,  mataría a todos esos gatos y perros), de los viajes cojonudos a tomar por culo, siempre sonriendo con fotos coloridas. Todos sonriendo como encocados, niños y mayores. Todos contentos, empezaba a parecer un capítulo de black mirror.

Y me cansé. Vi lo vacía que estaban las vidas de la gente que cuelga fotos cojonudas, donde todos sonríen y algunos tarados hasta se hacen fotos con un palo. Vi lo vacía que estaba mi vida salvo por un par de cosas.

Y añoré tiempos pasados, cuando se hacían fotos en las que siempre salía con los ojos cerrados, de cuando el mundo era color mierda y salían más fotos feas que chulas. Cuando la gente escribía cosas y no colgaba un dónde estoy o que estoy haciendo.

Y en esas que a mi hijo, que ya tiene las pelotas semioscuras, le conté que hace muchos años hacía un blog. Le comenté que había gente que lo leía, que era divertido…. Y me propuso hacer uno los dos.
Y le respondí:

-         - ¿Por qué no?

Pancho borracho calentado a una milf.



La teoría del eco genital (Mujeres sensibles abstenerse) por el Chiringui

Todos los animales tienen instintos, lo que viene a ser programas en su cerebro para asegurar su supervivencia y la de su especie. Los ...